Recuerdo el día que lo conocí un sol iluminaba nuestros rostros. Su sonrisa era la protagonista de la escena. Su sensibilidad supo deslumbrarme. Sus preciosos ojos siento como si aún me estuviesen observando. Su delicadeza, su impacto en los otros. Su voz que me recuerda a un cantante contemporáneo. Sus jeans, esa campera de cuero sus camisetas de algún equipo de fútbol... Sus risas y secretos con un compinche. Los minutos que perdía en el toilette. Esos martes que tenían sentido porque simplemente iba a verlo. Los días, horas, minutos, segundos que contaba para volver a decirle ¡Hola! , recibir respuesta y una sonrisa. Son meses ya, sin esa esencia... No creo poder recuperarlo, me faltan condiciones, ganas sobran. Débora Paz ©