Y eran los días que pasaban y era el otoño, él que se acercaba.
Había estado esperando esta época mucho más que alguna festividad, mucho más que algún efemérides, mucho más que el invierno al que tanto amaba.
Sólo horas restaban para ese nuevo comienzo, esa nueva oportunidad...
El día anterior fue soleado, con algunas nubes... un lindo día para hacer un asado dirían algunos o una pauta publicitaria reconocida.
Ella no se hacía expectativas, sólo quería dejarse llevar, quería ponerle fin al verano.
Quería ponerle fin a la libertad, estaba decidida, la rutina la esperaba, la vida a ella volvía.
El estudio se ponía en primer lugar, ya imaginaba como va a quitarle tiempo, el ocio se entristecía...
Ya no quedaba más, la rutina allí venía.
Quien sabe que ocurrirá en unos días, solo esta segura que debe dejar de lado la libertad y
someterse al esfuerzo y a la exigencia del día a día.
Ya nada más importa, esto es todo lo que ella quería.
Se despide sonriente diciéndole : hasta luego a la gente.
Quizás vuelva en primavera, quizás vuelva en verano, quizás la vida... no es vano.
Entre tantos versos sueltos y ninguna explicación, es hora de decir adiós.
Hay veces que con poco decimos mucho y con mucho no decimos nada, esta es una de esas situaciones.
Había estado esperando esta época mucho más que alguna festividad, mucho más que algún efemérides, mucho más que el invierno al que tanto amaba.
Sólo horas restaban para ese nuevo comienzo, esa nueva oportunidad...
El día anterior fue soleado, con algunas nubes... un lindo día para hacer un asado dirían algunos o una pauta publicitaria reconocida.
Ella no se hacía expectativas, sólo quería dejarse llevar, quería ponerle fin al verano.
Quería ponerle fin a la libertad, estaba decidida, la rutina la esperaba, la vida a ella volvía.
El estudio se ponía en primer lugar, ya imaginaba como va a quitarle tiempo, el ocio se entristecía...
Ya no quedaba más, la rutina allí venía.
Quien sabe que ocurrirá en unos días, solo esta segura que debe dejar de lado la libertad y
someterse al esfuerzo y a la exigencia del día a día.
Ya nada más importa, esto es todo lo que ella quería.
Se despide sonriente diciéndole : hasta luego a la gente.
Quizás vuelva en primavera, quizás vuelva en verano, quizás la vida... no es vano.
Entre tantos versos sueltos y ninguna explicación, es hora de decir adiós.
Hay veces que con poco decimos mucho y con mucho no decimos nada, esta es una de esas situaciones.
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