Un fin
de semana de lecciones...
Ella,
en sus momentos de ocio disfruta hablar con desconocidos, leer opiniones, ver
el mundo que está más allá de sus ojos ; tiene 20 y tantos se sorprende por la
cosmovisión de otros; para algunos sigue como siempre, para otros creció y es
una adulta para otros solo es una adolescente con mayoría de edad. Pasa por su mente una frase que algún don nadie alguna vez le dijó: “no te podes
tomar las cosas en serio a tu edad” y no reacciona porque probablemente no es
una despreocupada o porque hay temas que a nadie le preocupan.
La vida
sigue… últimamente se torna triste, la soledad se apodera de sus almas, los
ojitos ya no brillan como antes, ya no son los mismos. El frío apacigua aquel amor que parecía
batallar mares. Las confluencias desesperan, sus corazones desanimados ven el
fin. Este mundo está lleno de gente. De gente buena, de gente mala, de gente
rica, de gente pobre, de gente sabia, de
gente ignorante de todo tipo de gente pero él, él es único.
Una vez Neruda dijo: “No te vayas por una hora
porque entonces en esa hora se juntan las gotas del desvelo y tal vez todo el
humo que anda buscando casa venga a matar aún mi corazón perdido.” Hay mucha paradoja en tan pocas palabras por
qué en una relación una parte está subordinada a la otra o por qué siempre una
parte va a necesitar más a la otra. ¿Por
qué tiene que ser desigual? ¿Por
qué sufrir tanto por alguien que se
quiere tanto? Y por otro lado, el que mucho se ausenta pronto deja de hacer falta...El amor lleva a lugares inciertos aunque también es una batalla perdida. Dejar caer lágrimas y decide pelear por lo que siente.
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