"Andabas necesitando esa mentira que veías".
Todo el tiempo fue una mentira pero quizás era una mentira que hacía feliz por eso se mantuvo, hasta que como en cualquier situación, la felicidad es sólo momentánea y una de las partes, se confundió, y la historia cambió.
El era una idea. Como idea a lo largo del tiempo, se amplió cada vez más hasta que llegó a su clímax, siempre siendo una idea positiva.
Desde ese punto comenzó a descender, quedando desdibujado en la cabeza de la damisela, y comenzó a tener sus primeros rasgos negativos.
La damisela era persona, individuo de la especie humana, sólo es un simple concepto de persona.
Todo el tiempo fue una mentira pero quizás era una mentira que hacía feliz por eso se mantuvo, hasta que como en cualquier situación, la felicidad es sólo momentánea y una de las partes, se confundió, y la historia cambió.
El era una idea. Como idea a lo largo del tiempo, se amplió cada vez más hasta que llegó a su clímax, siempre siendo una idea positiva.
Desde ese punto comenzó a descender, quedando desdibujado en la cabeza de la damisela, y comenzó a tener sus primeros rasgos negativos.
La damisela era persona, individuo de la especie humana, sólo es un simple concepto de persona.
Ella nunca va a saber quién fue ya que las ideas no piensan ni sienten, se convierten en hechos o desvanecen. Las ideas son sólo representaciones mentales de algo que puede ser material, inmaterial, real o imaginario, concreto, abstracto o la mera noción o conocimiento de algo.
Detrás de esa idea había una persona, un hombre tal vez pero no coincidía en características con la idea. La idea fue perfecta hacia reír a la damisela, era consuelo en sus peores momento, hasta a vez decía las palabras justas que ella necesitaba oír.
Detrás de esa idea había una persona, un hombre tal vez pero no coincidía en características con la idea. La idea fue perfecta hacia reír a la damisela, era consuelo en sus peores momento, hasta a vez decía las palabras justas que ella necesitaba oír.
El hombre no quiso aparecer siempre prefirió ser esa idea. Creyó que siendo idea era suficiente; sin embargo la damisela comenzó a aburrirse de la idea, a medida que el tiempo transcurría ésta comenzaba a mostrar signos de persona; y como persona tenía errores, y eso fue quebrantando el bienestar, la parte humana. Esa misma que hace a la damisela un ser pensante y que intento tras intento, fracasó en devolverse su bienestar y el de la idea porque ambos estaban cómodos en esas posiciones.
Unos días después de tanta tristeza, la damisela al ver que ya no aguantaba más, se resignó porque persona e idea no van de la mano. Porque es preferible sufrir un poco más, antes que sufrir todos los días por algo que solamente estuvo en su cabeza, y tal vez existe pero no de esa manera que ella quería.
Con su más sensato dolor deja ir a la idea en silencio, para que detrás de esa idea, ese hombre sea, construya.
Y finalmente reflexiona: quizás no exististe pero fuiste mi mejor invento.
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