Ir al contenido principal

El amor más grande

 Quiero escribir lo más lindo que se me ocurra.

Quiero sumar todas las declaraciones de amor que di, recibí a este párrafo. 

Quiero contar como conocí a un gran amor, como crecí y evolucione en la relación y como voy a irme de esta vida sabiendo que me amaron.

No recuerdo todos los detalles porque esta es mi versión. Si recuerdo haberte visto alguna que otra clase junto a tu gata, participando haciendo lo que mejor haces y lo que te sale mejor: charlando, siendo simpático.

Mientras el tiempo transcurría le dije a un amigo de vos, el como buen centinela decidió apoyar la movida.

Me generaba un poco de miedo, inseguridad pero igual me emprendí en el camino de hablarte de conocerte y la charla se dio fácil. Recuerdo la ansiedad que me generaba esperar esos mensajes y el miedo a que perdieses el interés.  Hablamos de viajes, del club de nuestros amores, de nuestra carrera por suerte no tenías ni idea de que ya nos conocíamos.

El tiempo siguió pasando y el destino quiso que  conocieras a parte de mi familia ese primer día que nos vimos. Me acuerdo que me reía en la semana de la manera que se dió. ¿Quién conoce a la chica con la que habla todo el tiempo junto con su hermana, sobrina y prima? Era un nivel de felicidad extasiada no podía creer lo que estaba viviendo. A los pocos días fuimos a almorzar y luego un café, fue la primera salida y posiblemente una de las más placenteras. Y esw día de invierno cuando nos miramos a los ojos, el tiempo se detuvo, ya podíamos notar esa tensión.

El primer beso llegó en la segunda cita fue un dia primaveral de agosto, fuimos al parque característico de la ciudad de la malta.

Recuerdo que tomaba helado en la comodidad de tu hogar, eran tiempos de pandemia y se me hacía tarde esa vez me quedé a dormir y supe que ahí quería quedarme.

El tiempo siguió transcurriendo compartimos tu primer cumpleaños juntos, recuerdo cómo fue enviarte ese mensaje cuidado que no sea mucho pero tampoco poco porque me encantabas y no te quería espantar.

Recuerdo ese día de declaración de amor y la reacción y el dolor que intentaste tapar y convencida te dije que no tuvieras miedo por lo que venía y así fue.

Terminamos el 2021 y el 2022 el covid-19 casi me lleva recuerdo que una de las cosas que más deseaba era volver a verte y darte un abrazo enorme y la vida me dio la oportunidad.  

Antes de empezar un nuevo trabajo conocimos Pinamar me hiciste andar en bici y montar a caballo, nuestro primer viaje juntos todavía inolvidable. Ese día se fue mi abuela y estuviste al pie del cañón.

Estoy obviando mi cumpleaños que me hiciste una remera de playa, me regalaste ropa y después como necesitaba una mochila la cambiaste para ayudarme.

Luego fue otro año universitario en el que brillaste y el club de nuestros amores fue campeón. Y antes de eso tenemos fotos memorables con la casaca y unos mimos de por medio.

Atravesaste con éxito una de las materias más difíciles y era momento de celebrar en el Tortoni y me regalaste mi perfume favorito. 

El año siguió con el primer aniversario para vos impensado para mi con mucha alegría de haber pasado más de un año con vos.

Tu cumpleaños 2 juntos. Recuerdo tu casa llena de amigos/as, eso transmitis: mucho amor.

Me tocaba a mi después de haber intentado en 3 ocasiones llegaba una cuarta y fue el día que se fue Diego y desde el más allá me mando un poquito de compasión. Después de eso empezaron las vacaciones y otro año nuevo juntos.

Cambie de década y antes de eso te encargaste de que cada fin de semana fuese memorable yendo a bailar, a almorzar o simplemente haciendonos compañía. Mis 30 fueron hermosos y en parte fue porque pude compartirlos con vos.

Me abriste tu corazón y me presentaste con tus amigos. ¿Qué más podría pedir?

Empezó el año lectivo y quedaba menos camino al título: te superaste e hiciste dos y salió bien con muchísimo esfuerzo. Nos apoyamos cuando lo necesitamos y luego llegaron nuestras esperadas vacaciones y nuestro segundo aniversario.

Esta vez fuimos a pasar el día al campo y mucho mas adelante a un spa de cerveza. Amor no le faltó a la relación.

Tu tercer cumpleaños juntos, conocí a tu familia  -- ¡qué honor! Tus amigos vinieron a pesar de que llovia y hacía frío y sí  ¿quién no iría con el hermoso hombre que sos? 

Recuerdo que me dio fiebre y me cuidaste y en cada ocasión que nos sentimos mal.

Quiero agradecerle a este amor por todo lo que construimos, por ser mi calma en mis momentos más duros, por ser su calma en sus momentos de ansiedad.

Quiero seguir construyendo con este amor que tanto me enseña y que hace mi vida más feliz.

Comentarios

Entradas populares de este blog

One day

Hoy tuve la dicha de disfrutar otra película de mi querida actriz Anne Hathaway,  como Emma y  Dexter (Jim Sturgess)  la historia recorre 20 años en sus vidas desde el momento de su graduación en la Universidad. Ellos se conocen el 15 de julio de 1988, y a partir de esa fecha prometen volver a verse cada año para saber como continúa el rumbo de sus respectivas vidas. Por un lado, Emma es una chica trabajadora con principios, decencia, actitud y con pasión por la escritura. Por otro lado, Dexter es un chico de clase alta, mujeriego que por el momento no comparte las mismas ambiciones que Emma. Durante esos años ellos sellan una hermosa amistad.  Los años comienzan a transcurrir y los cambios comienzan a atravesar sus vidas. Emma es solitaria, los primeros años luego de graduarse trabaja en un bar mexicano, allí conoce a Ian, que por unos años será la pareja, el hombre con quién convive pero no ama. Ian, es comediante para esa época pero...  años después él es consciente de que no ha

Monologo de Ser o No Ser (Hamlet ~ William Shakespeare)

Ser o no ser: esa es la cuestión. ¿Qué enaltece más al espíritu: tolerar los golpes y dardos de la injuriosa Fortuna, o alzarse contra un mar de calamidades, y haciéndoles frente, acabar con ellas? Morir..., dormir,... nada más. Y suponer que con un sueño podemos poner fin al dolor en el corazón y a las mil conmociones naturales que la carne ha heredado... Este sería un final para anhelar devotamente. Morir..., dormir... ¡Dormir!... Tal vez soñar... Sí, ese es el incoveniente; porque necesariamente vacilamos ante los sueños que vendrán con ese sueño de muerte, una vez liberados del torbellino de la vida. Es este mismo pensamiento el que prolonga los días de infortunio. Porque ¿quién soportaría los azotes y los insultos de este mundo, los abusos del opresor, las afentas del soberbio, los tormentos de un amor desairado, la dilación de la justicia, la insolencia del poder y los desprecios que el paciente mérito recibe del indigno, cuando uno mismo podría encontrar la paz en

Twenty-nine

 Veintinueve. Mientras comienza a transcurrir la madrugada sé que voy a despertar con un año más. Ha sido un enero terrible. Sobre todo ese día que no pude respirar. Solo quería abrazar a mamá una vez más, solo quería ver a mi hermana, a mi sobrina, a papá y a vos mi buen amor. Me caían las lágrimas y le rogué a mi cuerpo volver. Me dejó volver y quedaron algunas secuelas. Hace unos días me emocioné porque pude dar esos abrazos y sentirme llena. Soy afortunada porque están ustedes sin condición. Mientras pienso en ella que está en una cama en un hospital seguro con ganas de volver a su tierra y no me olvido de que está conmigo y si es momento de que se vaya se quedará conmigo y será la razón para cumplir el objetivo. Y si no se tiene que ir me estará acompañando físicamente a distancia pero feliz seguramente porque finalmente lo logré. Y de cerca, espero, que estén ellos para abrazarme y celebrar conmigo algo que vengo buscando hace muchos años y a la vida tarde o temprano no le va a q