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2014

Año nuevo.  Estuve estos siete días o más encerrada en mi misma, tranquila sin saber mucho de otros, divirtiendome también de manera inusual.  Es cierto que no todo cambia de un año al otro pero hoy si, hay cambios son malos por lo que veo, es la vida.  Suspiro.
Como siempre digo, las relaciones se desgastan y el amor no es eterno, cuando hay tantos años juntos los hijos son el motivo para seguir juntos, al parecer.  Siempre pienso que no quiero lo mismo para mí. ¿Es evitable?
Antes me afectaban este tipo de situaciones: madre suele decir pasa en todos lados, sí pero a mi me cansan.
Aunque con un poco de sinceridad,  más me preocupa sobrevivir sin trabajo. ¿Cuándo mi mente cambió hacia ese lado? No lo sé, pero en este mundo materialista, el único futuro que proyecté siempre tenía trabajo. No hay que ser científico para darse cuenta que todos los años que vienen van a ser aún más difíciles y no quiero quedar excluida.
Hace unos días charlaba con una conocida sobre la actualidad, ambas desempleadas y empece a pensar: ¿Qué será de nosotras? Mis padres no son eternos, ni los de ella.  Y espero ansiosa por llamadas que nunca llegan y allí mueren miles de proyectos que me gustaría llevar a cabo.  Aparte todos estos años son un cúmulo de inutilidad.
No sé quizás mi perspectiva del mundo es un poco egoísta y no es lo que pretendo, quiero reflexionar y encontrar la calma, siento que son muchos años de espera. Y pude entender que hace unos años era chica pero ahora, sin obra social incluso. Me siento en bankrupt, probablemente lo este.
Siempre digo que la vida sigue pero asusta.  No sólo en este sentido sino con las terribles tormentas de calor y frío en el mundo. Se viene el fin del mundo y ahora nadie lo predice. Es el colmo.






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