El lado bueno

¿Por qué nos gusta ver el lado bueno de las personas?

¿Por qué cuando descubrimos algo que seguramente nos va a herir pensamos que estamos equivocados?

No necesito ser auto-referencial, todos tendemos a pensar que estamos equivocados, que seguramente estamos confundidos y que existe otra explicación.

Por ejemplo, cuando nos enteramos o descubrimos que nos engañan, en un primer momento decimos: no, me estoy equivocando, debe haber otra explicación (?)

Y en el fondo sabes que no la hay, que es así como se dieron las cosas. Y ¡Lo que cuesta aceptarlo! 

Esto que menciono, se basa en un hecho real y lo que remarque atrás fue la reacción de muchos de mis amigos y mía también... 

Supongo que se relaciona con esto... cuando se termina una relación, lo primero que hacemos es buscar la culpa en nosotros mismos cuando al final, la culpa es compartida en una relación, (la culpa no escapa a este tipo de situaciones tampoco eh) aunque a veces de manera inocente creemos que es salvable...

Y por intentar salvar estos pequeños alertas nos enroscamos en relaciones que terminan siendo tóxicas.
No es fácil ver este tipo de alertas pero si miramos un poquito más allá, siempre están.

¿Será que depositamos tanta confianza en el otro que nos olvidamos que es otro? Y no tiene porqué actuar igual que nosotros lo haríamos en esa misma situación...

¿Será que nos gusta creer en que el otro es incondicional? ¿Qué es esto? ¿Te lo preguntaste?

Quizás los seres humanos estamos llenos de esperanza y tenemos la capacidad de dar muchas oportunidades, ¿Será eso?

Qué sería la vida si todo tuviese  respuestas ¿No?  Utopía posiblemente

Acá en el mundo real y no en el de las ideas todavía creemos en que vamos a encontrar alguien en quién confiar, alguien con quién ser ...

y quizás, en una de esas, hay una vuelta de tuerca y esta triste realidad en la que nos engañan se convierte en lo que siempre queremos que sea, una situación confusa que tiene solución.

Mientras tanto, démosle espacio a la intuición que rara vez se equivoca

Hasta luego y buena vida.-

Débora Paz ©